La burbuja crece

Decía ayer que la burbuja política es lo que nos impide salir de ésta y la realidad de hoy se empeña en darme la razón. Leo en Heraldo de Aragón que los nuevos altos cargos municipales (de Zaragoza) elevan el gasto en salarios en 119.000 euros mientras que el Ayuntamiento zaragozano recorta, por ejemplo, en la limpieza de los colegios; una vez más constato que hay perras para lo que ellos (los oligarcas) quieren, pero no para las necesidades básicas.

Leo en el País que el gobierno (desgobierno) reduce el número de funcionarios pero mantiene altos cargos porque resulta que puede prescindirse de un 2,2% de los funcionarios que dan un servicio directo a la sociedad, pero incrementan en un 4,3% el número de altos cargos para ocupar o promocionar a amiguetes, familiares, correveidiles y demás chusma a la que devolver favores y otorgar prebendas.

Si a eso sumamos, por ejemplo, que Rajoy tiene 632 asesores personales en Moncloa (que no sé qué coño asesoran y a las pruebas me remito); que los altos cargos del municipio cordobés se meriendan el 5% de lo recaudado en impuestos directos y otros miles de abusos similares entenderemos que esto no se arregla hasta toda la mafia que se ocupa de desgobernarnos acabe en el paro. Y mientras, además, los invitamos a comer.